Pastelería Panamá en Mazatlán: Historia y Tradición Gastronómica de un Ícono Porteño

MAZATLÁN – Más allá de su espectacular posición a orillas del Océano Pacífico, Mazatlán es famoso por su rica gastronomía, siendo Pastelería Panamá un ícono gastronómico de este hermoso puerto.
Muchos aseguran que no puedes decir que visitaste Mazatlán sin haber probado las delicias de ‘La Panamá’. ¿Desconoces su historia? Te la contamos. Sus raíces se remontan a la década de 1970, cuando Ignacio Osuna, pionero de Pastelerías Panamá, adquirió una tienda de víveres de unos comerciantes asiáticos. Junto con su fiel compañera, Olivia, comenzó a fabricar pasteles artesanales.

Originalmente, esta tienda se conocía como “El Canal de Panamá”, ubicada en el corazón de Mazatlán. En 1976, debido al auge de sus pasteles, decidieron especializarse exclusivamente en repostería, adoptando el nombre de Panamá. Poco después, abrieron una fábrica cercana y una sucursal cerca del mercado, presentando su famoso sándwich danés.
El salto a la restauración llegó en 1982, con Olivia y su hermana Teresa diseñando el menú para su primer establecimiento en la Zona Dorada. Para 1990, la marca expandió su alcance a Culiacán con una combinación de restaurante, panadería y pastelería.
Hoy en día, Mazatlán alberga tres de estos restaurantes y pastelerías combinados, con la tienda original aún en operación. Además, han expandido su presencia en otras áreas de Sinaloa como Ahome, Guasave y Culiacán.
Algunos de sus platillos más populares incluyen los chilaquiles suizos y diversos desayunos. En el lado dulce, el pay de guayaba, chocolate y queso suizo encabezan la lista de favoritos.